Para garantizar que el mantenimiento o la revisión se ejecuten en las mejores condiciones, no solo es necesario llevar su automóvil a un centro de servicio confiable, sino también tener acceso a repuestos originales.
Los sistemas de frenado de los vehículos deben revisarse antes de cualquier viaje por carretera porque son valiosos para la seguridad del conductor y los pasajeros. “Es fundamental que verifiquemos la estabilidad del sistema de frenos durante cada mantenimiento. Pero ocasionalmente, particularmente para vehículos con más de cinco años, es posible que se requieran piezas nuevas debido al desgaste normal.
¿Qué categorías de piezas de freno reciben más consultas?
Hay cuatro repuestos que no deben ser ignorados para que el sistema de frenos siga funcionando correctamente:
- Pastillas de freno: debido a que son susceptibles al desgaste, necesitan un mantenimiento de rutina. Estos comienzan a chirriar (hacen un ruido incómodo al frenar), lo que es señal de que necesitan ser reemplazados.
- Discos de freno: Los discos de freno aseguran que se disminuya la velocidad de nuestro vehículo. La forma en que se emplea afecta su duración. Se requiere una inspección continua para los vehículos de más de cinco años.
- Zapatas para frenar: mientras el automóvil está en movimiento, las zapatas para frenar brindan un frenado moderado. Después de 40 000 kilómetros, normalmente es necesario reemplazarlos.
- Líquido de frenos: Esta sustancia se utiliza en el sistema de frenos para transferir energía. El automóvil no podría detenerse sin este líquido. Por lo tanto, se debe realizar un cambio cada 40 000 000 kilómetros.
¿Mecanismo detrás del sistema de frenado?
Los propósitos principales del sistema de frenos, que incluyen la reducción, estabilización y cancelación de la velocidad, son garantizar la seguridad en la conducción. Los tres sistemas de frenado que se utilizan con más frecuencia en los automóviles son:
- Frenos de tambor: Aumentan la eficacia del frenado al producir una presión constante.
- Frenos de disco: Estos frenos consisten en un disco giratorio que, cuando entra en contacto con pastillas de alta fricción que se superponen a la superficie, produce el frenado.
Usar los frenos de mano o de estacionamiento es muy fácil. El freno, que consta de una palanca, está montado en las ruedas traseras. Detiene el vehículo cuando está estacionado.